miércoles, 5 de diciembre de 2007

EL GUION





HASSEN
y JONÁS están entrelazados al centro del pasillo. HASSEN sujeta los brazos de JONÁS a su espalda. Con un rápido movimiento HASSEN eleva el brazo derecho y rodea el cuello, JONÁS lleva ahí sus manos e intenta liberarse, no lo logra. Contrae el abdomen y hace girar a HASSEN que cae de espaldas contra el piso. Es solo un momento el que HASSEN permanece en el piso, de inmediato se incorpora y se monta sobre JONÁS, lo doblega. JONÁS está de rodillas sobre el piso, cada vez resiste menos, se desvanece. HASSEN se pone de pie. Se aleja. Luego vuelve y lo hace rodar con el pie por el pasillo. El rostro de JONÁS está pegado al suelo. HASSEN espera. Luego se acerca y hace girar el cuerpo de un lado a otro, con una brutalidad que apenas puede contenerse. Se detiene unos momentos para recobrar la calma y vuelve a empezar. Aleja el cuerpo y luego lo acerca hacia sí con suavidad. El cuerpo es tan dócil que parece estar desvanecido. Rueda una vez más y se detiene ahí donde llega. JONÁS está lejos de HASSEN que lo mira. HASSEN se acerca a JONÁS que jadea, al sentirlo deja de moverse. Calla. HASSEN coloca el pie encima de su cuerpo, hacia el corazón. La carne del pecho es tensa y cálida. HASSEN no se mueve, levanta la cabeza y mira al exterior. El sol está fijo y fuerte.


HASSEN
Te amo.

El pie aprieta el pecho, pasa un tiempo, HASSEN no tiene miedo. La presión crece. JONÁS está a sus pies, sin un gesto, la boca aferrada al brazo. La presión del pie sobre el corazón aumenta. Aprieta aún más. Se hunde, alcanza la caja torácica, aprieta. JONÁS grita. HASSEN lo oye. El grito crece y se desvanece. HASSEN vacila y retira el pie del corazón.







JONÁS y HASSEN están acostados en el pasillo. Parece que duermen. Con movimientos apenas perceptibles el cuerpo despierta, el deseo regresa. Vuelven a acercarse. La piel, los sudores se mezclan, los rostros, la boca de JONÁS reencontrada por HASSEN. Permanecen así, a la espera. HASSEN se incorpora, lo mira, mira el pecho, las tetillas. HASSEN las come, las besa. JONÁS se deja hacer. Sonríe. La mano de HASSEN lo recorre por entero, el abdomen, el pecho, el sexo, las piernas largas y fuertes y los brazos, el rostro, los ojos, las manos, el corazón. JONÁS se estremece, se yergue frente a HASSEN toma su mano y la coloca sobre su cuello. Aprieta. Aprieta dentro de su mano la mano de HASSEN que oprime el cuello. HASSEN se sienta a su lado, lo mira. Duda. JONÁS le ofrece el rostro.


JONÁS
En la cara.



1 comentario:

Luis Ricardo dijo...

Un poco apache este amoroso.