Alejandro Cárdenas Ochoa
El Universal
Viernes 12 de octubre de 2007
acardenas@eluniversal.com.mx
MORELIA, Mich.— El Quinto Festival de Cine de Morelia se convirtió en territorio libre para la expresión cinematográfica, al proyectar, a la medianoche, el programa de Cortometrajes Eróticos, más bien pornográficos, rescatados por la Filmoteca de la UNAM y el estreno del corto Bramadero, dirigido por Julián Hernández.
Con sala llena, la noche del miércoles en el Cinépolis Centro de esta ciudad se proyectaron inicialmente seis trabajos silentes recuperados por la Filmoteca de la UNAM, con el acompañamiento al piano de Debora Silberer, en los que con humor e ironía se advierte la forma que tenían para hacer propuestas pornográficas hace casi 100 años.
Después, el programa se completo con el estreno de Bramadero, un cortometraje de 22 minutos que filmó Julián Hernández como parte de su tercera película, Rabioso sol, rabioso cielo, que espera terminar de posproducir en enero de 2008.
De hecho, explicó que el guión de Bramadero lo tenía pensado desde hace años, pero no pudo realizarlo y lo integró a Rabioso sol, rabioso cielo, en la cual sólo se ven algunas escenas que proyectan en un cine porno de la ciudad de México.
Sin embargo, a petición de los organizadores del Festival de Morelia, terminó de editar Bramadero y decidió proyectarlo aquí.
Este material se incluirá en la edición en DVD de la película Rabioso sol, rabioso cielo, adelantó el cineasta, autor de cintas como Mil nubes de paz… y El cielo dividido.
Con imágenes de sexo explícito, Bramadero cuenta la historia de dos jóvenes que durante la construcción de un edificio en el centro de la ciudad se reconocen enamorados y amantes, pero sólo a través de la muerte pueden alcanzar el sosiego.
Julián Hernández demuestra de esta manera una vez más que es un cineasta congruente consigo mismo, para reflexionar sobre la problemática homosexual, pero también constata su madurez para filmar sobre los planos de secuencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario